En el año 2001 la Organización Mundial del Comercio aprobó de forma unánime la Declaración de Doha, donde se establecía que las normas de propiedad intelectual no debían impedir a los países más pobres “proteger su salud pública y, en concreto, promover el acceso a medicamentos para todos”. Este acuerdo otorgaba explícitamente a los países en desarrollo el derecho a producir, exportar e importar equivalentes más baratos de medicamentos caros patentados en beneficio de la salud pública.
Sin embargo, en vez de apoyar a los países en desarrollo para favorecer el acceso a medicamentos para todos, los gobiernos de los países ricos están incumpliendo sus promesas. Estados Unidos, influido por la industria farmacéutica, está presionando a los países pobres, mediante los Tratados de Libre Comercio que violan el espíritu de la Declaración de Doha, a que acepten normas más estrictas de protección de propiedad intelectual. Por su parte la Unión Europea está cerrando los ojos frente a las actuaciones de Estados Unidos, que sin embargo están teniendo unos efectos devastadores en el acceso de millones de personas pobres a medicamentos básicos.
Por ello, las empresas farmacéuticas deben parar en el abuso del sistema y los gobiernos de los países ricos deben cumplir con su promesa de anteponer la vida de las personas a los beneficios económicos!
Sin embargo, en vez de apoyar a los países en desarrollo para favorecer el acceso a medicamentos para todos, los gobiernos de los países ricos están incumpliendo sus promesas. Estados Unidos, influido por la industria farmacéutica, está presionando a los países pobres, mediante los Tratados de Libre Comercio que violan el espíritu de la Declaración de Doha, a que acepten normas más estrictas de protección de propiedad intelectual. Por su parte la Unión Europea está cerrando los ojos frente a las actuaciones de Estados Unidos, que sin embargo están teniendo unos efectos devastadores en el acceso de millones de personas pobres a medicamentos básicos.
Por ello, las empresas farmacéuticas deben parar en el abuso del sistema y los gobiernos de los países ricos deben cumplir con su promesa de anteponer la vida de las personas a los beneficios económicos!
*Artículo publicado por COMERCIO CON JUSTICIA